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El apartamento era tan pequeño que cada vez que la hijastra de Antonio se agachaba, terminaba frotando su trasero contra él.
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La apretada vecina del piso de arriba tenía fama de ser una mujer solitaria y reprimida, pero una noche, cuando se encontraron en el pasillo del edificio, él descubrió que tenía una faceta secreta que lo dejó sin aliento
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Él estaba fascinado por la apretada vagina de su nueva vecina, quien se había mudado al apartamento de al lado.